Un «tirón de orejas» a los malos clientes


Hoy me veo en la obligación ya de dar un tirón de orejas a los clientes, no en general, sino a los clientes malos. Agradeceré vuestro esfuerzo al leerlo, añado esto al ver lo que me he extendido en este post.

Como en todo negocio vosotras tenéis clientes malos y buenos, como en un bar, es igual, y nos vamos a extrapolar para intentar dar luz al asunto, a la vez que un correctivo que les sirva para pasar un rato de vergüenza a unos pocos que agrian vuestros días a veces. Y ojalá les sirva de reflexión. Yo persigo las fotos falsas, pero en este tránsito he descubierto que hay mucha más falsedad en este mundo que en unas cuantas fotos falsas que ahora, tras el barrido, son pura anécdota.

A un bar acuden todo tipo de personas, los hay desde los que dejan propina a los que salen corriendo yéndose sin pagar… en este mundo las cosas son iguales. A nuestro particular Bar vienen personas que depositan sus servilletas usadas en las papeleras, pero también vienen los además de tirarlas, escupen en el suelo. También los hay que al orinar en el WC levantan la tapa pero algunos, también orinan directamente en el suelo o hasta en el lavabo, no importándoles quién pueda luego llegar a lavarse.

Por eso yo me pregunto, porqué tenéis que aguantar a personas que os molestan por teléfono preguntando cómo sois, qué os pondréis o qué les haréis. Os hacen perder un tiempo valioso para vosotras y quizás interrumpen vuestra disponibilidad para cualquier otra llamada.

O si no los que, además de esto, quedan con vosotras y os hacen prepararos para daros un tremendo plantón a la vez que quizás os obligan a descartar otra posible cita a esa hora que sí podría haberse consumado.

Hay otros cuya técnica consiste en el regateo al más puro estilo medieval, que si es muy caro, que si hazme una rebaja, que si me falta pero espera que bajo al cajero a por más, que si no me vas a dejar para el taxi de vuelta, en fin… ¿Alguno de los que hacéis esto vais a algún bar y regateáis ante la presentación de la cuenta por vuestra consumición? ¿Porqué a ellas sí? ¿Porqué desestimáis su vida de ese modo? Ellas son profesionales que ofrecen un servicio con una tarifa pactada previamente. Os propongo un «cambio de pieles» para propiciar un poco vuestra empatía hacia ellas:

Estamos en tiempos de crisis, el paro todavía no ha dejado de subir y no sabemos a qué cotas llegará pero las previsiones son poco alentadoras, imaginaos que os quedáis sin trabajo, el paro se acaba y no hay ingresos en vuestra casa, vuestro nivel de vida se tambalea, no hay a la vista ni una sola oportunidad para sacar un euro, el banco os exige ya varios pagos de la hipoteca, la comunidad de vecinos os invita a pagar los recibos que os faltan, piensas vender el coche, puesto que si no vas a ningún lado a trabajar ni tienes para gasolina, quizás saques algunos euros para tapar algún agujerillo incordioso. A vuestra mujer se le ocurre la idea, y te la propone, te cae como un cubo de agua fría en pleno febrero, pero tras varias discusiones ella te dice que lo aceptas o que te deja. Tu, que tanto la amas, aceptas a regañadientes, es el principio, luego quizás tendrás que aceptar que un indeseable llegue a tu casa a regatearle el precio que ella honestamente intenta ganar para vuestro sustento.

Nada como la empatía, pero es difícil tenerla de modo natural, y si no surge naturalmente, mucho me temo que es difícil tenerla. Y ahora creo necesario hacer un inciso ya que he hablado de putas y de mujeres casadas. Todos nos afanamos por establecer una diferencia, pero hay que tener la mente más abierta, y para abrir la mente, nada mejor que los libros, y aquí mi recomendación: Manifiesto Puta, de Beatriz Espejo, un libro en el que verán la realidad de las putas y también de las mujeres casadas, términos que aunque notablemente diferentes y peyorativos quizás en casos pudieran tener el mismo significado. Léanlo, es muy recomendable.

Tras el inciso volvamos al ambiente de nuestro particular Bar. Y permitidme un poco de imaginación e ironía. Imaginad que en nuestro particular Bar el expositor está lleno de pescado, como muchos otros, pero en este, hay una bandeja con pescado que se ha podrido y el camarero no se ha dado cuenta. Los boquerones huelen ya que apestan, pero el resfriado de nuestro camarero no lo nota… (este suceso imaginado ocurrió el año pasado cuando también los bares estaban llenos de humo de tabaco) Tú pides una ración de boquerones! El camarero al cogerlos nota el estado de putrefacción porque ve moverse los gusanos… Y os invita a tomar precauciones, o sea, a no degustarlos porque en el mejor de los casos cogeréis una grave indigestión. Y yo os pregunto ahora: ¿porqué exigís servicios sin condón, a sabiendas de los graves riesgos que eso conlleva para vuestra salud?, ¿porqué además de vuestra salud ponéis en riesgo la salud de las personas con las que mantenéis relaciones íntimas naturales?

Me gustaría ahora invitarles a una cerveza en nuestro particular Bar para hacer un brindis virtual con aquellos clientes honestos, los que sí respetan a las profesionales del sexo, aceptan sus tarifas y tiempo pactado, exigen medidas higiénicas y porqué no, hasta dejan una propina. Gracias a ellos esta profesión mantiene una mínima dignidad, puesto que son los que verdaderamente merecen el buen trato que sabéis dar la mayoría de vosotras. Yo me pregunto, ¿tanto cuesta un poco de amabilidad y rectitud?

Supongo que habrá quien no haya querido brindar, lo siento, pero lo advertí, esto es un pequeño tirón de orejas. Y en la vida, nunca es tarde para mejorar como persona, es más creo que ese es un planteamiento que debe hacerse uno mismo a diario, pero me dejaré de filosofía y seguiremos con nuestra estancia en nuestro particular Bar porque este despiste nos ha traído consecuencias. Un indeseable cliente acaba de robarnos la escasa caja que habíamos hecho, y encima ahora viene otro que intenta colarnos billetes falsos. Sí, como lo leen, eso también se da. Clientes que roban o que intentan pagar con billetes falsos. Y también clientes que intentan pasar más rato de la cuenta, «espera que me queda poco ya», un momentito, por favor, que ya!, si, si… «ahora no me vayas a cortar», o si no los más potentes, «¿puedo dos en 20 minutos, no?».

Nuestro Bar es famoso por sus chicas, la verdad que dudo que el éxito sea su cocina o la presencia de tanta chica guapa. Pero eso también tiene sus consecuencias, a veces se nos llena de mirones que ni siquiera se dignan en pedirse un vaso de agua, que es gratis. Estos a veces nos llenan el Bar y cuando otros clientes de los que se piden raciones intentan entrar, al ver el Bar lleno, se dan media vuelta y se van a casa a cenar. Pues sí, no se si ahora alguien se siente identificado a la vez que se da por aludido, pues sí, tú, mirón, ¿porqué haces eso?, ¿porqué a veces hasta intentas tocarlas?, ¿acaso vas a algún bar sin dinero y dices cuando te has hinchado que tienes que ir al cajero? Me parece más que un abuso una violación y lo digo bien alto. Es una conducta detestable que denigra a las profesionales del sexo que tienen mucha más dignidad que tú.

El sexo es motor de la vida, no sólo por la procreación que nos perpetúa como especie, sino porque realmente mueve nuestras vidas. Es indispensable y nos montamos cualquier tipo de película para obtenerlo, además el sexo mueve unas cantidades insultantes de dinero. Cuando comenzó internet supe que movería mucho dinero a través del sexo y no me equivoqué, tampoco hay que ser Nostradamus, con todo lo que sabemos que es capaz de hacer la gente por el sexo, no es difícil imaginarse lo que viene a continuación.



Otro sector de personas indeseables está configurado por pseudo-profesionales o pseudo-preoveedores de servicios. Aquí la cosa podría ser extensa, pero intentaré sintetizarla a la vez que la ilustro. Observemos al individuo del 6XX XXX XXX, inserta cinco anuncios desesperados buscando sexo gratis, el primero directo, el segundo en busca de alguien con una afición compartida, ya en el tercero vemos que pone algo de su parte y ofrece un servicio «profesional y económico», que en realidad es un mal servicio que mancha la reputación de algunos profesionales honestos, bueno, en el cuarto anuncia que se desplaza, vamos, anda que encima estar esperando a que te llegue las chicas a casa!, por último el genérico que resume todo, «sexo con chicas», ni importa físico ni edad, me encanta su no discriminación…, o ¿será para ver si cuela algo ya de una vez? De esta clase de personajes he hablado en algunos post anteriores, pero siguiendo la promesa de sintonización citaré que son, o mejor dicho, dicen ser: fotógrafos, ponedores de anuncios que hasta te proporcionan tus fotos falsas y hasta te hacen plantillas con ellas, diseñadores de páginas web alojadas en servidores gratuitos, a veces llenos de publicidad, que dan una pésima imagen, y muchos otros «proveedores» de los que iré dando buena cuenta. Algunos de estos no solo intentan cambiar sus «servicios» por vuestros servicios de sexo, sino que algunos, encima de todo, luego no cumplen con lo contratado, es decir, que o os dejan sin fotos, o os dejan sin anuncios, o os dejan sin web, pero ellos sí cobraron. Queridas escorts, como todos los servicios, éstos se pagan cuando están acabados y funcionando, o acaso en un restaurante os cobran antes de sentaros a la mesa? Desconfiad de estos tipejos, ya lo dije, se manifiestan por sus escasas referencias, no tienen web, no tienen book, no tienen por dónde agarrarlos y por supuesto, no tienen vergüenza. Y me consta que me leen.

No quiero dejar de citar por último algo común también en muchas otras profesiones no reguladas, el intrusismo. Y pensaréis, ¿y eso?, pues sí, en este mundo también hay casos de intrusismo, aunque sea en un sector concreto, que es el de las travestis, que merecen el mismo respeto que las chicas, digamos de verdad. Los «intrusos» son los «hombres con peluca» que rompen su sector de mercado con unos precios de risa y que además dejan una mala imagen sobre las demás travestis que son realmente mujeres sólo una localizada diferencia. Además ellos, los «intrusos» -no se les puede llamar ellas- son los que más roban fotos, lógico, no van a mostrar esas pintas. ¿No os habéis dado cuenta de que la mayoría de las travestis muestran unas fotos buenísimas?, por curiosidad os invito a visitar algunas páginas de contacto para que lo comprobéis. Ellas no sólo cuidan su físico, su lencería, su aspecto femenino al máximo, sino que también entienden el beneficio de una buena fotografía.

En este sentido quiero acabar por dar el toque final con el tema de los tan demandados o publicitados servicios «sin condón». Supongo que todos mis lectores y lectoras no sólo se habrán conformado con leer mis ilustrativos post al respecto de las enfermedades de contagio también por sexo oral, sino que habrán investigado más, por ejemplo preguntando a su médico o simplemente por internet. Buscad y veréis la verdadera cara del riesgo. Ya está bien de exigir u ofrecer esos servicios. Es un peligro al que no debéis exponeros ni escorts ni clientes. Y no me cansaré de decirlo y hasta hacer las listas negras correspondientes a ambos sectores para intentar infundir un poco de sensatez en vuestros actos. El sexo es salud, o debería serlo.

Espero que vuestra estancia en nuestro virtual Bar haya sido agradable, pero antes un último brindis! Por todas las profesionales del sexo honestas, que son la gran mayoría! Esto va por vosotras, no sólo perseguiré a las que os intentan hacer sombra con sus malas artes, sino que también a esos clientes con «mala sombra».

Muchas gracias a todos y en especial a todas!