El porqué del francés «sin»


LAS RAZONES DE LA DEMANDA DEL FRANCÉS NATURAL
UN POCO DE PSICOLOGÍA NO VIENE MAL

Buscando las fotos de Tera Bond para mi anterior post, encontré esta otra sesión de ella en acción que me va a permitir revelarles de qué manera ustedes no piensan por sí mismos, sino que reproducen un calco adquirido.

El SIDA marcó un antes y un después en el mundo del porno. Antes de que algunos actores y actrices porno murieran por dicha enfermedad, no había problema en filmar escenas sin protección ninguna, era lo normal. Pero llegó un momento en que algunas compañías decidieron usar preservativo durante las filmaciones.

Su afán, muy loable, por supuesto, era culturizar un poco y mostrar que las relaciones sexuales debían hacerse con seguridad e higiene para prevenir no sólo las ETS conocidas hasta la fecha, sino ahora el fulminante SIDA.

Pero claro, no llegaron al fondo de la cuestión y en ninguna de ellas se filmó una felación con preservativo, a lo sumo, el momento final del francés incial en el que ella le pone el condón a él con la boca. Eso es todo.

Y de los finales no hablemos, ¿cómo restar expectacularidad a ese tan deseado momento a costa de transmitir buenos hábitos de higiene y salud?

Por eso las productoras porno, seguramente de modo natural, coincidieron en establecer nuevos protocolos para la filmación de sus escenas a través de un trinomio que se repite hasta la saciedad:

Francés «sin» + Penetraciones «con» + Espectacular eyaculación

Un proceso que estamos hartos de ver en innumerables películas porno. Un proceso que muchos adolescentes empezaron a ver como la forma habitual de hacer sexo. Y evito nombrar la falta de preliminares inicial y el trato humillante que sufren muchas actrices en su papel, algún día hablaré también de esto...

En nuestro mundo la educación sexual está reprimida, son pocos los padres que abiertamente explican esto a sus hijos, y cada cual tiene que buscarse la vida, aun en el siglo XXI para iniciarse en estas –socialmente no tan aceptadas– facetas de nuestras vidas. Y así nos va.

Por eso vuelvo a pedir un poco de sensatez, no seamos tan borregos, hagamos las cosas como se deben hacer, pero sobre todo, ante una relación esporádica, profesional o incluso en el inicio de una duradera, hemos de tomar precauciones. Tanto el francés «sin» como el semen en la boca son muy peligrosos, ya que si uno de los dos participantes en el acto tiene alguna enfermedad transmisible, será adquirida por el otro tras ese tan gozoso primero, y fatidico después, acto sexual.

Muchas gracias a todos y a todas!
Especialmente, y sin ironías, a todas las empresas y profesionales del sexo que siempre exigen preservativo en todos sus servicios.